sábado, 17 de enero de 2009

Obama capta la maxima expectativa

Barack Obama se convertirá el martes próximo en el primer presidente negro de Estados Unidos, en una ceremonia con asistencia récord, celebridades, medidas de seguridad y cobertura mediática sin precedentes, y considerada uno de los mayores y más esperados eventos de la historia del país. Las autoridades calculan que entre 1,5 y 2 millones de personas participarán de los tres días de festividades en Washington, que incluirán la jura y el esperadísimo discurso de asunción, el traslado de Obama en limusina desde el Capitolio a la Casa Blanca, el desfile en su honor, bailes, festejos y cenas. Cerca de 25.000 policías y soldados custodiarán desde tierra, aire y los ríos que rodean a Washington, la que será la primera asunción de un presidente estadounidense desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, con la doble misión de proteger al investido mandatario y a la multitud que se espera para el evento. La situación será tan límite que el presidente saliente, George W. Bush, declaró el estado de emergencia en el Distrito de Columbia desde el sábado hasta el miércoles, lo que supondrá que la ciudad recibirá 15 millones de dólares del gobierno federal para hacer frente a los gastos de la investidura. Otras medidas de seguridad incluirán el despliegue de equipos detectores de agentes químicos y bacteriológicos, el cierre de puentes de acceso a la ciudad y la veda al tránsito vehicular en una extensa área alrededor de la zona de eventos. Otro asunto diferente será proteger al multitudinario público que se espere llene ambos lados de la avenida Pensilvania -que empieza en el Capitolio y termina en la Casa Blanca- los alrededores del Congreso y gran parte, si no todo, del Mall, la enorme explanada que se extiende hasta el monumento a Lincoln. El acceso a la avenida Pennsylvania será controlado. Cuando la seguridad crea que no caben más personas, se impedirá la entrada a más. También estará prohibido acercarse con bolsos grandes y otros objetos contundentes, paraguas y hasta cochecitos de bebés. La asunción de Obama como presidente número 44 de Estados Unidos coronará el meteórico ascenso político de un joven de 47 años, hijo de padre negro keniano y madre blanca estadounidense, que en 10 años progresó de legislador estatal por Illinois a diputado, a senador más tarde y, finalmente, a presidente. Luego de vencer a su futura secretaria de Estado Hillary Clinton en las internas demócratas, Obama derrotó al republicano John McCain en las elecciones del 5 de noviembre pasado, un triunfo amplio que superó barreras raciales, transformó el mapa político nacional y reposicionó a su país en la escena mundial. La asunción en las escalinatas del Capitolio seguirá el protocolo tradicional, con la jura del cargo entre dos oraciones, una "Invocación" y una "Bendición" a cargo de dos pastores. En el medio, el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, guiará al nuevo presidente en el juramento sobre la misma Biblia que usó en 1861 Abraham Lincoln, figura central en la abolición de la esclavitud en el país y el prócer que más admira Obama. Ya investido, el presidente recorrerá los 2,5 kilómetros de la avenida Pensilvania en una limusina Cadillac estrenada para la ocasión, capaz de resistir hasta el estallido de una bomba. Una vez en la Casa Blanca, Obama presenciará el desfile en su honor en una tribuna cubierta y blindada por los cuatro costados. La "caja" en que quedó convertido el palco permitirá además a Obama, y a su reducido grupo de privilegiados, disfrutar de calefacción: todo un lujo cuando en el exterior se espera que el termómetro alcance los tres grados de máxima en todo el día. Obama pondrá en marcha mañana las actividades de su toma de posesión al emprender un viaje en tren con rasgos históricos y renovadores, que evocará el trayecto semejante de Abraham Lincoln. El traslado de Obama y su familia comenzará con un acto en Filadelfia, cuna de la independencia de Estados Unidos, y luego abordarán un tren a Wilmington, en el estado de Delaware, para sumar al vicepresidente electo Joe Biden y su familia. Obama hará además una escala en Baltimore, donde se escribió el poema que luego fue la letra del himno nacional de su país. A la ceremonia no faltarán tampoco estrellas y celebridades, ya que se espera la asistencia, entre otros, de los cantantes Sting, Bono, Bruce Springsteen, Beyoncé; los actores y actrices Spike Lee, Anne Hathaway, Will Smith, George Clooney y Scarlett Johansson, y hasta la autora de Harry Potter, J.K Rowling. Shakira será la única estrella latina que actuará el domingo en el primero de los tres días de festejos, y luego volverá a cantar el martes de la asunción. También cantarán Beyoncé, Bono y Springsteen y los Beastie Boys, entre los más conocidos. Los hoteles se vieron inundados de reservas desde la victoria electoral de Obama. La ciudad tiene 29.000 camas y sólo quedaban un puñado a cuatro días de la asunción, según fuentes del sector. Los visitantes también pueden alquilar departamentos privados o casas. Los precios llegaron hasta 10.000 dólares por un departamento de un dormitorio, para luego caer a cifras más razonables, de hasta 1.500 dólares. La cobertura mediática, con miles de periodistas de Estados Unidos y todo el mundo, también promete ser espectacular. Una de las cadenas de noticias estadounidenses, MSNBC, logró un acuerdo con una empresa de distribución cinematográfica para transmitir la asunción en 27 salas de cines del país. Los principales diarios del país ya anunciaron ediciones especiales conmemorativas, y hasta la señal deportiva ESPN transmitirá por primera vez una asunción presidencial.

Fuente: TELMA

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